A raíz de la decisión gubernamental de meses atrás, de restringir la importación de vehículos, las empresas de venta de autos han visto caer sus ventas en un quince por ciento, algo que resulta preocupante para los empresarios.
Y es que según manifiestan, la restricción de importación, acompañado de las nuevas reglas y condiciones de la banca para acceder a créditos, han hecho que las personas ya no puedan comprar vehículos tan fácilmente.
Así, la baja en las ventas ocasionarían que muchos concesionarios se vean obligados a cerrar algunas de sus sucursales, con la consecuente despedida de personal.
Además, esta disminución en las ventas, advierten, hará que se genere menos ingreso al Servicio de Rentas Internas, por concepto de impuestos.
Fuente: Teleamazonas
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